En la conferencia “mañanera” del 2 de febrero, el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, declaró que no le permitirán a la compañía Ganfeng Lithium que explote litio en su mina Sonora Lithium, misma que adquirió al 100% en meses recientes, mediante una transacción avalada por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
El activo está valuado en alrededor de 400 millones de dólares, y es desarrollado desde hace aproximadamente 12 años por la compañía Bacanora Lithium, la cual en el último trimestre del 2021 le vendió la totalidad del proyecto a Ganfeng, la mayor productora de litio a nivel mundial, de origen chino.
Si bien se estiman recursos en la propiedad de alrededor de 8.8 millones de toneladas de carbonato de litio, la complejidad del mineral, alojado en arcillas, ha retrasado la producción en el proyecto, ubicado en Bacadéhuachi, Sonora.
El mandatario expresó: “Vamos a crear una empresa de la nación para el litio. No queremos ser territorio de conflicto entre potencias, ni Rusia, China ni Estados Unidos. No es nada más que se tiene una concesión de minería, que de repente se hace una operación en el extranjero y ya el litio mexicano pasa a formar parte de los inventarios de una empresa o gobierno extranjero”.
Según los planes, Ganfeng iniciaría la primera fase de producción en el 2023, mas ahora que el Gobierno de México busca nacionalizar el litio, se desconoce si quedarán frustradas las intenciones de la empresa china, o si de tomar el mando, las autoridades mexicanas sean capaces de explotar el metal.
Ya un día antes, también en la conferencia matutina, el Ejecutivo había señalado que Estados Unidos reclamó por la “entrega” del proyecto a la compañía asiática, y hoy declaró que se debería abrir una investigación contra los funcionario de la Cofece que aprobaron la compra de Sonora Lithium, y acusó a la Comisión de ser un organismo neoliberal que busca invalidar las acciones de su Gobierno.
En años previos, cuando se empezó a impulsar la nacionalización del litio, las autoridades declararon que respetarían las concesiones en regla que ya se encontraban en desarrollo, pero ahora el discurso presidencial ha dado un giro de 180 grados.
-Mundo Minero
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