La minería ha sido durante mucho tiempo una piedra angular en la economía mexicana. A lo largo de los años, este sector ha demostrado ser mucho más que una simple extracción de minerales; se ha convertido en un motor esencial para el crecimiento económico, la generación de empleo y el desarrollo comunitario. Por ello, cuando surgen desafíos como huelgas y retrasos en la emisión de permisos, es vital abordarlos con rapidez y eficacia.
La Cámara Minera de México (CAMIMEX) ha alzado la voz en nombre de todas las empresas mineras responsables que operan en México. El reciente conflicto laboral en Minera Peñasquito en Zacatecas pone de manifiesto la urgencia con la que se deben abordar estos desafíos. Cada día de huelga no solo afecta la producción y los ingresos, sino que también repercute en la confianza de los inversionistas y en el bienestar de las comunidades que dependen de estas operaciones.
Además, la demora en la respuesta a las solicitudes de permisos ambientales es otro factor preocupante. Mientras que la industria reconoce la vital importancia de contar con mecanismos de evaluación y prevención, es esencial que la SEMARNAT actúe con rapidez en sus procesos de evaluación y emisión de resoluciones, especialmente cuando las empresas están alineadas con la ley.
En 2022, los datos hablan por sí solos. Con 3 millones de empleos generados, representando el 2.46% del PIB nacional y el 8.63% del PIB industrial, es evidente que la minería no es solo una actividad económica más. Al abastecer a más de 70 sectores productivos, este sector se convierte en un eje crucial para el desarrollo de México, especialmente en regiones de alta marginalidad.
La llamada de CAMIMEX a las autoridades laborales y ambientales es clara: trabajar juntos es esencial para construir un entorno propicio para la inversión y el desarrollo económico, siempre bajo la lupa de la legalidad y la responsabilidad integral.
Comments