Los precios del cobre caían el miércoles ya que una mayor inflación empujaba a los inversores a un sentimiento de aversión al riesgo, lo que contrarrestaba el impacto de posibles alteraciones en el suministro de América del Sur.
A las 1140 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) perdía un 2,6% a 10.136 dólares la tonelada.
El metal, ampliamente utilizado en las industrias de energía y construcción, iba rumbo a su mayor caída diaria desde febrero. La semana pasada, el cobre llegó a los 10.747,50 dólares la tonelada y ha aumentado un 32% en lo que va del año.
“Ya se han registrado muchas buenas noticias en el precio del cobre”, dijo Carsten Menke de Julius Baer sobre el impacto moderado en los precios del potencial de mayores regalías y huelgas en Chile y la ventaja en la intención de voto del candidato socialista para las elecciones presidenciales en Perú.
El analista comentó que la dinámica de la oferta y la demanda del metal era positiva en relación con otros metales, lo que hace que el cobre sea menos vulnerable a una amplia corrección de precios desde máximos históricos.
Las acciones mundiales operaban a la baja y el dólar se afirmaba ante una amenaza de inflación no deseada que hacía que los inversores se alejaran de activos considerados vulnerables a cualquier eliminación de estímulos monetarios.
Citi espera que los precios del cobre se negocien por encima de los 12.000 dólares la tonelada en un plazo de 3 a 4 meses, en medio de un “superciclo” impulsado por la expectativa del banco de sólidos márgenes de producción durante los próximos cinco años.
Reuters
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