Los precios del cobre y de otros metales básicos se veían favorecidos el martes por la debilidad del dólar, antes de la publicación del reporte de inflación en Estados Unidos y entre preocupaciones por los recortes de energía en las fundiciones y la escasez de inventarios.
A las 1025 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) avanzaba un 0,9%, a 8,027 dólares la tonelada, tocando su máximo desde el 25 de agosto. Ha ganado un 7% desde el mínimo de cinco semanas que alcanzó el 2 de septiembre.
“La escasez de cobre no está desapareciendo. El precio se está recuperando bastante bien pese a todos los tambores de recesión que suenan cada vez más fuertes en todo el mundo y las preocupaciones sobre China y los continuos confinamientos”, dijo Ole Hansen, del Saxo Bank en Copenhague.
“La recuperación del apetito por el riesgo en todos los mercados ha mejorado con la debilidad del dólar que hemos visto en los últimos cuatro días y si obtenemos un dato del IPC más débil de lo esperado, podría debilitar el dólar aún más”.
El dólar se dirigía el martes a su mayor racha de pérdidas en un año. Un billete verde más débil favorece a las materias primas que se cotizan en esta moneda, ya que las abarata para los compradores que tienen otras divisas.
Los precios del aluminio también se veían favorecidos por la noticia de que la provincia suroccidental china de Yunnan ordenó a los productores de aluminio electrolítico que reduzcan el uso de energía esta semana.
En otros metales básicos, el aluminio en la LME ganaba un 2%, a 2,328,50 dólares la tonelada, mientras que el zinc, otro metal que consume mucha energía y cuya producción se ha reducido, subía un 2%, a 3,261,50 dólares.
El estaño en la LME avanzaba un 2,5%, a 22,000 dólares la tonelada; el plomo sumaba un 1%, a 1,968 dólares; y el níquel operaba con escasos cambios, a 24,580 dólares.
Reuters
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