Los precios del cobre subían el viernes, después de que el principal consumidor mundial, China, intensificó las medidas para apoyar su economía y el sector inmobiliario intensivo en metales.
Sin embargo, un aumento en los casos de COVID-19 en China a niveles récord y la expansión de los confinamientos en el país están afectando la demanda de metales a corto plazo.
A las 1144 GMT, el cobre de referencia en la Bolsa de Metales de Londres (LME) subía un 1%, a 8,121 dólares la tonelada, pero avanzaba apenas un 0,5% en la semana.
Los precios del metal utilizado en la energía y la construcción han perdido un 25% desde un máximo de marzo debido a la desaceleración del crecimiento en China y otros lugares.
“El mercado está tocando fondo”, dijo Gianclaudio Torlizzi de la consultora T-Commodity, pronosticando que el cobre se acercaría a los 9,000 dólares. Según dijo, los inversores están demasiado negativos sobre las perspectivas para el consumo de cobre y los inventarios sin tan bajos que “no se necesita un gran aumento en la demanda para hacer subir los precios”.
No obstante, los analistas del Citi afirmaron que “en un contexto de un regreso de los confinamientos en China y una debilidad más amplia en la demanda global (…) esperamos recuperaciones de precios más duraderas más adelante en 2023”.
El banco central de China dijo que está recortando los requisitos de reservas bancarias para liberar liquidez y las fuentes dijeron que ofrecerá préstamos baratos a firmas financieras para comprar bonos emitidos por promotores inmobiliarios. Eso se produjo después de que los bancos comerciales prometieran al menos 162.000 millones de dólares en nuevos créditos para promotores inmobiliarios.
En otros metales básicos, el aluminio en la LME subía un 0,7%, a 2,385 dólares la tonelada; el zinc ganaba un 0,7%, a 2,939 dólares; el níquel sumaba un 0,4%, a 26,200 dólares; el plomo ascendía un 0,1%, a 2,133 dólares; y el estaño cotizaba con un alza de un 0,7% a 22,400 dólares.
Reuters
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