Los precios del zinc caían el viernes tras el aumento de las existencias y el estancamiento de la demanda de metales en China, a pesar de que el principal consumidor mundial ha eliminado los controles por el COVID-19.
A las 1110 GMT, el zinc a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) retrocedía un 1,7%, a 3,325,50 dólares la tonelada, tras haber mejorado un 12% en lo que va de año.
Las existencias de zinc en la LME se han hundido a sus mínimos desde 1989, pero se han disparado en China. Los inventarios en los almacenes registrados en la Bolsa de Futuros de Shanghái se han más que duplicado hasta las 91,616 toneladas desde el 20 de enero, según datos conocidos el viernes.
Edward Gardner, economista especializado en materias primas de Capital Economics, afirmó que esto demuestra que la demanda de metales en China tardará en aumentar. “Creemos que los precios de los metales tendrán dificultades para subir este trimestre, (y) si acaso caerán un poco, antes de iniciar un repunte más sostenible hacia mediados de año”, señaló.
El cobre en la LME resistía mejor y subía un 0,4%, a 9,089 dólares la tonelada, apoyado por el temor a que las disrupciones en las principales regiones productoras del metal rojo -Latinoamérica y África- puedan reducir la oferta.
Sin embargo, la interrupción prevista de la producción en la enorme mina de cobre de Las Bambas, en Perú, aún no ha causado demasiada preocupación en las fundiciones chinas.
Los inversores estaban a la espera del informe de nóminas no agrícolas de Estados Unidos, que se conocerá a las 1330 GMT y se espera muestre un aumento de 185,000 puestos de trabajo.
En otros metales básicos, el aluminio en la LME perdía un 1%, a 2,591,50 dólares la tonelada; el níquel bajaba un 0,7%, a 29,585 dólares; el estaño caía un 1,8%, a 28,850 dólares; y el plomo subía un 0,1%, a 2,136 dólares.
Reuters
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