Cada día toma mayor relevancia el Concepto de Responsabilidad Social Empresarial, el cual es una respuesta asertiva a las nuevas dinámicas sociales y empresariales. Es a partir de los años ochenta del siglo XX cuando se inicia a hablar de los stakeholders, grupos de interés o partes interesadas como una herramienta de gestión, la cual replantea la visión estratégica de las organizaciones empresariales, asumiendo que además de los intereses y expectativas de sus shareholders, es decir, sus propietarios, accionistas e inversionistas, e ra fundamental incorporar la de otros grupos relevantes, mismos que hasta ese entonces solo habían sido considerados de manera tangencial, pero que en efecto, resultaban trascendentales para el logro de los objetivos organizacionales.
Hoy día, los procesos de globalización de la información, ha fomentado la apropiación generalizada de problemáticas a nivel mundial, principalmente en materia de sustentabilidad, Derechos Humanos, equidad de género, inclusión y erradicación de cualquier tipo de violencia en los centros de trabajo, calidad de vida de la fuerza laboral en toda la cadena productiva, la eliminación del trabajo forzoso y el trabajo infantil y el desarrollo de las comunidades locales donde tienen presencia l a s o r g a n i z a c i o n e s empresariales, así como muchos otros temas de gran relevancia para la humanidad.
De manera alineada, los organismos s u p r a n a c i o n a l e s y legislaciones nacionales i mpul san los va lo res de la transparencia, la comunicación y el diálogo como elementos fundamentales de la Responsabilidad Social Empresarial. Ante este contexto, las organizaciones empresariales se han enfrentado a nuevos retos, y su adaptación al cambio ha sido fundamental para la continuidad y prosperidad de los negocios, siendo la Auditoría Social, una herramienta fundamental pa ra es ta b l ece r s us compromisos sociales, medioambientales y de gobernanza empresarial, así como evaluar sus desempeños y establecer áreas de oportunidad.
La Auditoría Social es el mecanismo para que la organización empresarial, gene re p rocesos de vinculación con sus grupos de interés, a través de una visión estratégica y empática con las preocupaciones de la sociedad, los consumidores y toda su cadena de valor, adaptándose a los cambios derivados de las mismas exigencias de la sociedad. De manera más concreta, entendemos a la Auditoría Social como aquella que evalúa el cumplimiento de sus compromisos, directrices y requisitos relacionados con la responsabilidad social, ambiental y la gobernanza de una empresa; funge como un diagnóstico y es el mecanismo para evaluar el desempeño en función de sus objetivos empresariales y las expectativas de sus stakeholders.
La Auditoría Social debe brindar un informe detallado respecto al desempeño de la empresa, además de analizar el ambiente externo e identificar las vulnerabilidades y riesgos que corre la organización, con el objetivo de establecer e implementar las acciones correctivas pertinentes. Cuáles son los pasos para llevar a cabo un proceso de Auditoría Social en la empresa. Debemos partir del Análisis de la situación de la empresa y su entorno. Establecer, o en su caso replantar la misión y visión, los objetivos organizacionales, valores corporativos y plan de negocio. Identificar las responsabilidades en materia de la legislación que le aplica. Asimismo, identificar y mapear a los grupos de interés, tanto internos como externos, conocer sus expectativas, intereses y percepción que tienen sobre la empresa. La pregunta relevante es, cómo alinear los objetivos empresariales con los intereses legítimos de los grupos de interés. Este análisis del entorno situacional nos debe llevar a enlistar los hallazgos positivos y negativos, para tener un panorama general de cuál ha sido nuestro desempeño en materia social, ambiental y de gobernanza empresarial. Un segundo paso, es describir las normas éticas del sector industrial al que se pertenece, establecer o actualizar, difundir y mantener el código de ética de la organización, garantizando que le difusión sea efectiva y que los colaboradores y la cadena de valor se apropien de su esencia y lo pongan en práctica.
En muchas ocasiones, los códigos de ética o códigos de conducta de las empresas se encuentran archivados, o bien, su difusión es insuficiente y no existen mecanismos para garantizar que realmente sus colaboradores están adoptando los valores y comportamiento promovidos por la organización. El código de ética es el pilar donde se fundamenta la filosofía organizacional, sus valores, su misión y sus valores.
Y en ese sentido debe ser actualizado de manera permanente, adaptándose a las expectativas e intereses legítimos de los stakeholders y a los objetivos organizacionales, pero además, se debe de garantizar que su difusión con los colaboradores y verificar su adecuado cumplimiento. Por otro lado, y como parte de la misma Auditoría Social, es necesario identificar que problemas sociales y ambientales tiene la industria a la qué perteneces; las otras empresas del sector cómo han atendido estas problemáticas; qué sucede con las regulaciones y legislaciones concernientes a tu industria y cuál es la tendencia, para así contestar a la pregunta ¿estamos listos para los cambios que se prevén? ¿podemos evaluar y adoptar buenas prácticas de otras empresas? ¿estamos innovando en nuevas estrategias? Ahora, con base en este proceso de diagnóstico sobre la empresa, debemos plantearnos, qué se puede hacer de forma distinta a lo que se ha venido realizando, para logar que las acciones de materia de responsabilidad social empresarial formen parte de la estrategia de la organización. Hay que recordar, la Responsabilidad Social Empresarial no se sustenta en acciones filantrópicas por sí solas, sino en el establecimiento de acciones estratégicas que atiendan eficientemente a las expectativas, intereses legítimos y percepción de los stakeholders y se alineen y sumen al cumplimiento de los objetivos organizaciones.
En otras palabras, la fórmula es stakeholders satisfechos más negocio prospero. Nos encontramos en la etapa de la Auditoría Social, donde tenemos que plantear cuáles son las estrategias que debemos impulsar, cómo establecer acciones que beneficien y establezcan relaciones sanas y proactivas con tus grupos de interés, pero, además, ¿este plan encaja bien con tu modelo de negocio? Hay que establecer y evaluar cada una de las posibles alternativas, y poder discernir cuáles son las más adecuadas con base en el análisis situacional, para luego establecer los criterios y procedimientos para su implementación, recursos dispuestos a comprometer y beneficios que se deberán obtener. Posteriormente, monitorear, dar seguimiento y evaluar los desempeños y resultados, generando un proceso de mejora continua. La pregunta fundamental aquí, es ¿Este plan estratégico en materia de responsabilidad social empresarial, responden de manera efectiva y eficiente a las necesidades de la organización y de los grupos de interés?, siendo la respuesta el principal indicador de la Auditoría Social.
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