Las autoridades mexicanas ordenaron el jueves detener la extracción de piedra caliza en una unidad de Vulcan Materials Co. en el estado costero de Quintana Roo, dijo la compañía, días después de que el presidente de México prometiera emprender acciones legales contra la firma.
La empresa estadounidense Vulcan, que dijo haber operado en México durante más de 30 años, calificó las órdenes de cierre como “inesperadas” y dijo que creía que la acción del gobierno era ilegal.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha criticado previamente la “destrucción” de la zona por parte de Vulcan, y dijo el lunes que emprendería acciones legales para detener su explotación en la zona.
“Se va a proceder legalmente, porque hay una violación de las leyes”, dijo en una rueda de prensa ordinaria.
Un portavoz de López Obrador no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Vulcan, uno de los principales productores de grava, arena y piedra triturada, dijo que funcionarios del gobierno llegaron al sitio de su filial mexicana Sac-Tun con órdenes de detener la extracción y la explotación de canteras bajo el agua.
La empresa dijo en un comunicado que contaba con los permisos legales para extraer en el terreno, que es de su propiedad, y que tiene la intención de “buscar enérgicamente todas las vías legales disponibles” para reanudar las operaciones.
Su filial Sac-Tun, antes conocida como Calica, tiene varias concesiones en el estado sudoriental de Quintana Roo, donde extrae piedra caliza triturada que luego se envía a Estados Unidos, donde se utiliza en la construcción.
El gobierno mexicano dijo en febrero que estaba negociando la resolución de una demanda de 1.100 millones de dólares de Vulcan por el cierre de una mina cerca de la ciudad turística de Playa del Carmen, y que había propuesto convertir la zona en un área turística.
El Ministro del Interior mexicano, Adán Augusto López, dijo el mes pasado que la empresa había aceptado la propuesta.
Reuters
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