Los precios del oro se estancaban el martes cerca del máximo de un mes tocado en la víspera, ya que los inversores se abstenían de hacer grandes apuestas antes de los datos de inflación de Estados Unidos de esta semana, que podrían orientar la estrategia de tasas de interés de la Reserva Federal.
A las 0900 GMT, el oro al contado operaba sin apenas cambios, a 1,712,87 dólares por onza, mientras que los futuros del oro en Estados Unidos se mantenían planos a 1,715,60 dólares.
Los precios del oro subieron más de un 2% y superaron el nivel clave de los 1,700 dólares el martes.
Teniendo en cuenta que el alza de la sesión previa se debió sobre todo a que los operadores a corto plazo cubrieron sus posiciones cortas tras el retroceso del dólar, es natural que no se haya un seguimiento, ya que es poco probable que este movimiento desencadene actividad alguna en el mercado físico, dijo Carsten Menke, analista de Julius Baer.
El índice dólar bajaba levemente, aumentando el atractivo del oro para los inversores extranjeros.
El jueves se publicarán los datos sobre inflación. Dado que el IPC es actualmente el dato más importante, una lectura más suave de lo esperado aumentaría las esperanzas de que la Fed frene su tendencia de endurecimiento monetario, lo que podría pesar sobre el dólar e impulsar al oro, añadió Menke.
Aunque el metal dorado es considerado una cobertura contra la inflación, el aumento de las tasas también hace que otros activos sean más atractivos en comparación con los lingotes, que no devengan intereses.
En otros metales preciosos, la plata al contado subía un 0,5%, a 21,4491 dólares por onza; el platino ganaba un 0,1%, a 998,51 dólares; y el paladio mejoraba un 0,9%, a 1,937,75 dólares.
Reuters
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